Tras el Playazo el paisaje cambia de nuevo y vuelve la roca oscura de texturas cristalinas a veces y amorfa o blanquecina otras. Y otra vez los escarpados acantilados verticales de mas de doscientos metros, grietas por donde se filtraban los fluidos hidrotermales, gárgolas esculpidas por el viento que se resisten a caer pendientes de un hilo. Y al final la polacra a la que la erosión del mar a roido por abajo dando forma de yunque.
Otra versión
Julián, colaborador del Eco del Parque, nos puntuliza esta historia «según me han contando gente muy mayor de la zona, eso pasó en La Cala de San Pedro. Allí había más gente viviendo que en Las Negras. Los dos enclaves eran de pescadores pero en Las Negras no había casi nadie. En San Pedro vivían más familias de la pesca y de lo que cultivaban en los pequeños huertos que allí había, regados por su manantial de agua dulce que todavía hoy subsiste. Cuando se produjo el desastre de los naufragios las viudas de los pescadores se trasladaron a Las Negras. Todas iban de negro y pañuelos negros. La gente que pasaba en barco, y los pocos que iban allí desde el interior, veían mujeres de negro y empezaron a llamar al lugar la zona de «Las Negras», por esas viudas que allí se veían vestidas de esa manera» Aunque no hemos encontrado registro escrito, la historia de Julián parece mas veraz ya que en San Pedro tenemos uno de los puntos de agua dulce que facilitaría el asentamiento de la población. Aprovecho para recomendar la asociación el Eco del Parque que desde hace muchos años realiza una divulgación y defensa de los valores del Parque, recomiendo echarle un vistazo a su revista. Gracias Julian.